Casey Paul Griffiths (académico SUD)

Edward Partridge es llamado, junto con los otros nuevos conversos nombrados en estas revelaciones, para predicar el evangelio. En el llamamiento de Edward al ministerio, el Señor parafrasea una expresión que se encuentra en la epístola de Judas, la cual instruye a los discípulos a “tene[r] compasión de los que dudan. Pero haced salvos a otros por temor, arrebatándolos del fuego; aborreciendo aun la ropa que se ha contaminado por su carne” (Judas 1:22-23). Al hablar de este pasaje, el élder Joseph Fielding Smith explicó:

Este es un lenguaje simbólico, pero es fácil de entender. Esta es una generación desfavorable, que camina en tinieblas espirituales y se habla del castigo para el pecado como castigo en el fuego. Las vestiduras manchadas de carne son vestidos contaminados por las prácticas de deseos carnales y desobediencia de los mandamientos del Señor. Se nos dio el mandamiento de conservar nuestras vestiduras libres de la mancha de todo pecado, de toda práctica que contamine. Por lo tanto, se nos da el mandamiento de dejar el mundo de la iniquidad y renunciar a las cosas de este mundo. “Todo hombre que acepte la verdad y la reciba con humildad de corazón, tiene derecho a ser ordenado y establecido para enseñar la verdad”[1].

(El minuto de Doctrina y Convenios)