Contexto histórico y antecedentes de DyC 111

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Breve Sinopsis por Steven C. Harper

La revelación de la sección 111 —dada el 6 de agosto de 1836— reorientó a José y sus compañeros, quienes habían estado preocupados por pagar sus deudas al punto de adoptar una estrategia imprudente. La revelación les enseñó a pensar en los tesoros en términos de vidas humanas (“personas […] a quienes recogeré”) y a no preocuparse demasiado por sus deudas (DyC 111:2, 5), siendo una reconfortante revelación.

Justo cuando se les pidió a los santos de Misuri que fundaran otro condado allí, José y los santos de Ohio terminaron la Casa del Señor en Kirtland a un precio elevado. Las bendiciones resultantes superaron con creces el valor de cada centavo, pero el proceso dejó a José endeudado con alrededor de $13,000 dólares y con más gastos inminentes.

En estas circunstancias, José se arriesgó. Un hombre llamado Jonathan Burgess le había dicho que había mucho dinero enterrado en el sótano de una casa en Salem, Massachusetts. Dijo que sabía dónde estaba y que era la única persona viva que lo sabía. José, su hermano Hyrum, Oliver Cowdery y Sidney Rigdon partieron a Salem en julio, planeando encontrarse con Burgess, con el fin de ubicar la casa y, con suerte, encontrar el tesoro. Finalmente encontraron la casa, pero no estaba en venta ni en alquiler, y salieron de Salem sin tener acceso a ella[1].

El historiador de la Iglesia B.H. Roberts escribió que “mientras estaba en Salem, el Profeta recibió una revelación en la que se reprende duramente la imprudencia de este viaje”[2]. El élder Roberts pudo haber sido demasiado sensible al énfasis que los escritores antagónicos dieron a la búsqueda de tesoros de José (véase José Smith — Historia 1:55–57) [3]. El Señor no reprende duramente a José en la sección 111. De hecho, él dice que no está disgustado con el profeta, a pesar de sus imprudencias, refiriéndose a estos como “actos débiles o absurdos que no representan un delito grave; un acto que no es compatible con los dictados de la razón ni con las reglas usuales de prudencia”[4].

En esta y otras revelaciones que responden a José o a otros santos que se encuentran en situaciones ansiosas y de alta presión, la respuesta del Señor es fría y controlada. José se ve abrumado por las deudas hasta el punto de asumir riesgos imprudentes. El Señor responde que reunirá los tesoros y las almas de Salem para Sion a su debido tiempo. La respuesta de José y sus compañeros fue buscar el lugar donde el Señor quería que se quedaran, una casa en la calle Unión, no muy lejos de donde Nathaniel Hawthorne escribía historias sobre tesoros enterrados en Salem y donde el periódico local informaba de rumores similares[5]. Fueron visitando casa por casa e hicieron algunas predicaciones. El 19 de agosto visitaron el East India Marine Society Museum, relativamente relajados en sus esfuerzos por obedecer la revelación y dejar de preocuparse demasiado por sus deudas y por las cosas que no podían controlar en Sion y centrarse en las almas del pasado y del presente.

Estos esfuerzos llevaron a algunos a los “tesoros” que el Señor mencionó en el versículo 10. Al regresar de otro viaje a Salem en 1841, Hyrum Smith se reunió con Erastus Snow, le dio una copia de la sección 111 y lo insistió a que fuera allá a reunir a “muchas personas” que el Señor prometió recoger a su debido tiempo (DyC 111:1). Con gran sacrificio para él y su familia, el élder Snow fue. Él y Benjamin Winchester comenzaron la recolecta y otros les siguieron. En 1841, la Salem Gazette anunció que “un hombre trabajador muy digno y respetable, y su esposa, fueron bautizados por inmersión en la fe mormona”. Seis meses después, el Salem Register señaló que “el mormonismo avanza con una prisa perfecta en esta ciudad”[6]. La Iglesia también ha investigado sobre los primeros habitantes de Salem, los primeros registros de Salem y sus alrededores se han conservado y están disponibles para la investigación genealógica que conduce a las sagradas ordenanzas de la Casa del Señor.

Con la sección 111, el Señor transformó la imprudencia en tesoros a su debido tiempo.

[1]Letter to Emma Smith, 19 August 1836”, pág. [1], The Joseph Smith Papers, consultado el 25 de noviembre de 2020.

[2] B. H. Roberts, A Comprehensive History of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 1: 410–11

[3] Richard Lyman Bushman, Joseph Smith: Rough Stone Rolling (New York: Knopf, 2005), 328–29.

[4] Webster’s 1828 Dictionary, s.v. “follies”.

[5] David R. Proper, “Joseph Smith and Salem”, Essex Institute Historical Collections 100 (abril de 1964): 93. El día en que se reveló la sección 111, el Salem Observer reimprimió un artículo de Long Island Star sobre los rumores de un tesoro enterrado por el Capitán Kidd y los intentos fallidos de encontrarlo.

[6] Salem Gazette, December 7, 1841. Salem Register, June 2, 1842.

Contexto adicional, por Casey Paul Griffiths

Del minuto de Doctrina y Convenios

A finales del verano de 1836, José Smith, Hyrum Smith, Oliver Cowdery y Sidney Rigdon viajaron al este de los Estados Unidos, visitando la ciudad de Nueva York, Boston y Salem, Massachusetts antes de regresar a su hogar en Kirtland en septiembre. José Smith recibió Doctrina y Convenios 111 el 6 de agosto de 1836, mientras el grupo permanecía en Salem. Aparte de una carta que Oliver le escribió a su hermano Warren y una carta que José le escribió a su esposa, Emma, no hay documentos actuales que indiquen el motivo del viaje a Salem. Sin embargo, es probable que el viaje haya estado motivado, al menos en parte, por preocupaciones sobre las finanzas de la Iglesia. El costo de terminar la casa del Señor en Kirtland, combinado con las persecuciones sufridas por los miembros de la Iglesia en Misuri, generó un coste económico cada vez mayor para la Iglesia. El Señor habla directamente sobre la ansiedad que sentían estos líderes de la Iglesia en la revelación (DyC 111:5–6)[1].

Dos personas que no estaban directamente involucrados en el viaje declararon que el viaje estaba relacionado con la búsqueda de un tesoro perdido. Un panfleto de 1843, escrito por James C. Brewster, hablaba brevemente de una “casa que fue alquilada en la ciudad de Boston, con la expectativa de encontrar una gran suma de dinero enterrada en el sótano o cerca de él”[2]. Brewster fue expulsado de la Iglesia en 1837 cuando tenía solo dieciséis años, y más tarde escribió el panfleto acusando a los líderes de la Iglesia de buscar tesoros. En 1889, cincuenta y tres años después del viaje del Profeta, Ebenezer Robinson escribió un relato más detallado del viaje. Robinson trabajó en estrecha colaboración con José Smith mientras el Profeta vivía en Kirtland, pero abandonó la Iglesia después de la muerte de José Smith. Robinson escribió su relato como editor de Return, una publicación asociada con la Iglesia de Cristo de David Whitmer[3].

Según el relato de Robinson: “Un hermano de la Iglesia llamado Burgess, había venido a Kirtland y declaró que una gran cantidad de dinero estaba escondida en el sótano de cierta casa en Salem, Massachusetts, que había pertenecido a una viuda, y pensaba que él era la única persona viva que tenía conocimiento de ello, o de la ubicación de la casa. Vimos al hermano Burgess, pero don Carlos Smith nos habló con respecto al tesoro escondido. Su declaración fue acreditada por los hermanos, y se tomaron medidas para tratar de asegurar el tesoro”[4]. La historia de Robinson encaja con algunos documentos de la época. Un pagaré a Jonathan Burgess con fecha del 17 de agosto de 1836 se publicó como parte de Joseph Smith Papers [los Documentos de José Smith][5], y José Smith mencionó que “muy afortunada y milagrosamente” encontró la casa del “hermano Burjece” en una carta a la que escribió Emma desde Salem[6].

Algunas partes del relato de Robinson son cuestionables y deben leerse con cuidado. Por ejemplo, Robinson declaró que José alquiló la casa en cuestión y no pudo encontrar ningún tesoro. Pero en la carta de José Smith a Emma Smith, José indica que no pudo alquilar o incluso tener acceso a la casa. La carta fue escrita dos semanas después de que el grupo llegara a Salem, y se fueron poco después de que se envió la carta, indicando que el grupo nunca tuvo acceso a la casa, como afirmaba Robinson[7]. Cabe señalar que el relato de Robinson fue escrito muchos años después de que ocurrieran los eventos y que Robinson finalmente abandonó la Iglesia en parte por cuestiones temporales[8].

En la revelación, el Señor les asegura a los élderes: “[H]ay más de un tesoro para vosotros en esta ciudad” (DyC 111:10) y les aconseja: “[I]nquirid diligentemente en lo que concierne a los habitantes y a los fundadores más antiguos de esta ciudad” (DyC 111:9). Si la búsqueda de un tesoro fue lo que motivó a José Smith y sus colaboradores a visitar Salem, nunca dieron seguimiento a la inquietud, aunque José le escribió a Emma que creía que podrían tener acceso a la casa en unos pocos meses[9]. Cualquiera que sea su motivación para el viaje, el Profeta y sus compañeros regresaron a Kirtland poco después, enfrentando una creciente crisis financiera y espiritual en la Iglesia de Kirtland.

Véase “Historical Introduction”, Revelation, 6 August 1836 [D&C 111].

[1] “Historical Introduction”, Revelation, 6 August 1836 [D&C 111], JSP.

[2] Revelation, 6 August 1836 [D&C 111], fn. 7, JSP.

[3] Véase Revelation, 6 August 1836 [D&C 111], fn. 8, JSP.

[4] Donald Q. Cannon, “Joseph Smith in Salem: D&C 111”, en Studies in Scripture Volume 1: The Doctrine and Covenants, ed. Robert L. Millet y Kent P. Jackson, 1989, pág. 435.

[5] Véase Promissory Note to Jonathan Burgess, 17 August 1836, JSP.

[6] Letter to Emma Smith, 19 August 1836, JSP.

[7] Letter to Emma Smith, 19 August 1836, JSP.

[8] Véase Craig J. Ostler, “Treasures, Witches, and Ancient Inhabitants (D&C 111)”, en You Shall Have My Word: Exploring the Text of the Doctrine and Covenants,ed. Scott C. Esplin, Richard O. Cowan, y Rachel Cope, 2012.

[9] Letter to Emma Smith, 19 August 1836, JSP.

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