James Covel fue un ministro y presidente metodista, de hecho, de una conferencia metodista en la parte oeste de Nueva York. A principios de 1831, James acudió con José y le dijo que había realizado un convenio con el Señor, el cual consistía en obedecer cualquier mandamiento que el Señor le diera por conducto de José. El Señor le dio a José la sección 39 para James.[1].
El Señor revela lo bien que conoce a James y que ahora su corazón es recto. La gran tristeza que James tuvo en el pasado se deriva de su orgullo y de sus afanes del mundo, lo cual lo han llevado a rechazar múltiples veces a Cristo, pero los días de su liberación han llegado. El Señor le da un mandamiento a James, en donde le dice: “Levántate y bautízate, y lava tus pecados” y recibe el Espíritu Santo.
Si James obedece la ley del evangelio, el Señor le tendrá preparada una obra mayor: predicar la plenitud del evangelio, la cual Cristo enviará más adelante como un convenio para recobrar la casa de Israel. James tendrá poder, una fe grande, y el Señor irá delante de su faz. El Señor le ha llamado a edificar la iglesia para que Sion se regocije y prospere. James es llamado para ir al oeste, a Ohio.
James Covel quebrantó el convenio. Casi de inmediato “rechazó la palabra del Señor” en la Sección 39 “y volvió a sus principios y compañeros anteriores”. José y Sidney se preguntaron por qué, y el Señor se los explicó en la sección 40[2].
Es importante el orden en el que ocurrieron los eventos en la Sección 40. Primero, de corazón y honestamente James Covel realizó un convenio. Recibió el evangelio con sinceridad. Después, Satanás lo tentó para temerle a la persecución que habría como resultado y a preocuparse por tener que renunciar a su ministerio, el cual era remunerado, por uno laico. James eligió el dejarse llevar por esos temores y preocupaciones, lo que tuvo como resultado un convenio quebrantado.
Esta secuencia demuestra cómo la revelación proporciona albedrío. Una persona tiene albedrío, o poder para actuar de forma independiente, y solamente cuando sabe lo que Dios desee, Satanás le presenta una alternativa y la persona es libre de elegir entre los dos (véase la sección 29). Como se indica en la sección 39, James sabía exactamente lo que el Señor deseaba que hiciera. Por lo que Satanás le ofreció una opción opuesta a los mandamientos. James era libre de elegir entre los dos. Eligió quebrantar su convenio, lo anuló e invalidó.
Algunos han citado las secciones 39 y 40 como evidencia para demostrar que José Smith fue un fraude. Refutan que estas secciones prueban que el Dios en el que José creía ni siquiera era capaz de saber que James Covel no le obedecería. Esa conclusión depende de una concepción particular de Dios, la cual no es evidente en las revelaciones de José. El Señor, quien habló por medio de José Smith, no actúa de esa manera robando la oportunidad del albedrío. Las revelaciones de José se distinguieron entre la soberanía de Dios y el albedrío de los individuos (véase la sección 93). José enseñó verdaderamente que “Dios ve las intenciones secretas de las acciones humanas y conoce el corazón de todo ser viviente”, pero esto no sigue lo que José enseñó acerca de que Dios causó el mal comportamiento [3]. “Creo que Dios conocía el futuro, pero no predestinó todo”, enseñó José profundamente. “Niego que predestinar y conocer el futuro sea lo mismo”[4].
En otras palabras, Dios no hizo que James Covel quebrantara su convenio. Más bien, el Señor le dio a James el poder de realizar y mantener su convenio, y el albedrío para decidir por sí mismo si lo hacía y lo mantenía. La revelación nos da conocimiento acerca de la voluntad de Dios. Nos hace libres para elegir. La sección 40 explica que James Covel realizó y quebrantó su convenio por voluntad propia. Es una revelación más significativa de lo que uno podría suponer debido a su brevedad.
[1] “History, 1838–1856, volume A-1 [23 December 1805–30 August 1834]”, p. 91, The Joseph Smith Papers, consultado el 25 de julio de 2020.
[2] “History, 1838–1856, volume A-1 [23 December 1805–30 August 1834]”, p. 92, The Joseph Smith Papers, consultado el 25 de septiembre de 2020.
[3] “Letter to William W. Phelps, 11 January 1833”, p. 19, The Joseph Smith Papers, consultado el 25 de julio de 2020.
[4] “History, 1838–1856, volume C-1 [2 November 1838–31 July 1842]”, p. 1014, The Joseph Smith Papers, consultado el 25 de septiembre de 2020.
Del minuto de Doctrina y Convenios
Tres días después de la tercera conferencia de la Iglesia, José Smith dictó la revelación en la sección 39 en nombre de James Covel, un ministro Protestante. No sabemos con certeza la identidad de la persona por quien se recibió esta revelación. En la versión más antigua de la revelación, el destinatario se identifica solo como “James”, y en el Libro de Mandamientos aparece como “James (C.)”[1]. En la edición de 1835 de Doctrina y Convenios, es llamado “James Covel”[2]. Fue identificado con este nombre en todas las versiones de Doctrina y Convenios hasta la edición de 2013, en la que se cambió el nombre a “James Covel”.
James Covel era un ministro Bautista que vivía en Ellery, Nueva York, una ciudad en el extremo occidental del estado, a más de ciento cincuenta millas de Fayette, donde estaba la sede de la Iglesia en ese momento. La historia posterior de José Smith describe al destinatario de la revelación como alguien que “había sido ministro Bautista durante cuarenta años”[3]. Covel tenía más de setenta años cuando se dio la revelación y podría ser la edad adecuada para ajustarse a la descripción de José. También es posible que José Smith y Sidney Rigdon se encontraran con James Covel en su camino a Ohio, aunque el historiador de la Iglesia John Whitmer escribió que la revelación fue “dada en Fayette”, lo que hace que sea poco probable que James Covill fuera el receptor de la revelación[4].
El destinatario más probable de la revelación es James Covel, un anciano de la Iglesia Metodista de Canadice, Nueva York. Covel vivía a unas veinte millas de Canandaigua, Nueva York, donde José Smith y varios otros líderes de la Iglesia predicaron en una reunión en el granero de Ezra Thayer en octubre de 1830[5]. Poco después de esta reunión, se invitó a los líderes de la Iglesia a predicar en Canandaigua. Ezra Thayer recordó “habían prometido que nos reuniríamos en el centro de reuniones metodista, pero los fideicomisarios no pudieron ponerse de acuerdo”[6]. Covel era presidente de la conferencia regional metodista y probablemente se le habría notificado la solicitud. En diciembre de 1830, otro misionero de la Iglesia, posiblemente José Smith o Sidney Rigdon, predicó un discurso en Canandaigua a “una asamblea de trescientas personas”, y es posible que Covel asistiera durante ese tiempo. Es muy posible que Covel asistiera a esa reunión y luego viajara a Fayette, donde se recibió esta revelación en su nombre. En el índice del Libro 1 de Revelación, el destinatario de la misma se describe como un “sacerdote metodista”, por lo que es posible que la historia de 1838 de José Smith estuviera equivocada sobre la denominación de Covel[7].
Lo que se sabe del destinatario de esta revelación es que comenzó el proceso de conversión y demostró fe en el llamamiento del profeta José Smith. En el libro de Revelación 1, John Whitmer registró que James “hizo convenio con el Señor de que obedecería cualquier mandamiento que el Señor diera a través de su siervo José, y en consecuencia consultó al Señor, y recibió estas palabras de la siguiente manera”[8].
“Historical Introduction,” Revelation, 5 January 1831 [D&C 39]
[1] Book of Commandments, 1833, 85, JSP.
[2] Doctrine and Covenants, 1835, 187.
[3] JS History, vol. A-1, pág. 91, JSP.
[4] Revelation, 5 January 1831, JSP.
[5] Véase el comentario de DyC 33.
[6] “Testimony of Brother E. Thayre”, True Latter Day Saints ‘ Herald, octubre de 1862, pág. 83.
[7] Revelation Book 1, 208, JSP.
[8] Revelation, 5 January 1831, JSP.
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